Las calles de la ciudad de Paraná comenzaron a lucir pasacalles firmados por el Espacio A23, un colectivo que se dice satélite del Grupo Callao, impulsa la reelección de Alberto Fernández y que cuenta con dirigentes de tercera y cuarta línea que orbitan en la Casa Rosada. Esta agrupación tiene a Santiago Vivanco a la cabeza en Entre Ríos y se presentó en sociedad el pasado 25 de febrero con un acto en el Sindicato Único de Trabajadores del Espectáculo Público y Afines (SUTEP) de la capital provincial.

Si bien el mitin no contó con la presencia de ningún dirigente peronista de peso, quienes impulsaron en Entre Ríos la siembra de la primera semilla de la reelección presidencial fueron recibidos días después por el senador bordetista Edgardo Kueider en su despacho en la Capital Federal. No debe leerse como un apoyo ni, obviamente, como un rechazo. Solo una muestra de cordialidad.

Vivanco es un joven de 30 de años, hijo del histórico dirigente peronista Ricardo Vivanco, que desde 1974 a 2011 dirigió los destinos del Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (Suterh) en la capital provincial y ocupó distintos cargos durante los gobiernos peronistas de Jorge Busti y Mario Moine. También formó parte de la estructura de la CGT Regional Paraná.

En 2013, Vivanco conoció al exsecretario de Comunicación de la provincia de Buenos Aires Juan Courel y decidió armar la pata local del proyecto de Daniel Scioli. Desde entonces, mantiene contacto con el ahora consultor y con otras figuras del círculo que rodea al hoy embajador en Brasil, como Oscar Cuartango y Silvina Batakis. Llegado el momento decisivo, ya despabilados del sueño presidencial del entonces gobernador Sergio Urribarri, en 2015 la institucionalidad pejotista y el Gobierno pesaron más que los armados previos. Quedó afuera.



Durante casi toda la presidencia de Mauricio Macri no participó en ninguna actividad político partidaria. En ese periodo, debió enfrentar un proceso judicial por fraguar un título universitario para cobrar un sueldo en la Caja de Jubilaciones de la provincia. Cuenta que lo hizo para ayudar económicamente a su familia ante la falta de su padre. Finalizado el proceso judicial y con condena, devolvió el dinero al Estado. Hoy, ante la consulta, lo recuerda y asume como un error y culpa “a compañeros” que se lo refriegan cada vez que asoma la cabeza.

En 2019 tomó contacto con Federico Martelli, exprecandidato a intendente de La Plata, secretario general del Movimiento de Unidad Popular (MUP) e integrante del albertista Grupo Callao. Un año después armó la Regional Entre Ríos, de la que es secretario general.



Sobre fines de 2021 se acercó a Espacio A23, estableciendo contacto con Martin Bartol, asesor de la Jefatura de Gabinete del Gobierno e integrante del Partido del Trabajo y la Equidad (ParTE) que Fernández fundó en 2013. Vivanco tiene la intención de juntar afiliaciones para ese sello en Entre Ríos con el objetivo, eventualmente, de competir en internas. Solo el tiempo y la capacidad para relacionarse darán certezas respecto de estos aprontes.



Por ahora, mientras se estructura esta incipiente alternativa, el albertismo no tiene en la provincia un espacio importante que lo nombre. Se sabe, en cambio, que será Gustavo Bordet, y con él todo el poderío de la estructura partidaria del PJ, la cabeza de la escudería albertista para 2023.

Fuente letrap.com.ar

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